Deconstructivismo en la arquitectura: filosofía de Jacques Derrida

Resumen

La arquitectura deconstructivista es un pensamiento contemporáneo atribuido a varios arquitectos a finales de la década de 1980 que fue desarrollada o nacida a partir de las exposiciones de unos arquitectos donde enmarca una sensibilidad diferente, una en donde el sueño de la forma pura ha sido perturbado, donde el cubo deja de ser limpio o la forma pura empieza a ser destruida y modificada generando nuevas geometrías. Este ensayo busca entender el origen del concepto arquitectónico Deconstructivista a partir de la presentación de proyectos en la exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y con la influencia de la filosofía de Deconstrucción del filósofo Jacques Derrida.

Introducción

El deconstructivismo no es un estilo, mucho menos un movimiento de vanguardia que va en contra de la arquitectura. No sigue las reglas de la arquitectura moderna, ni adquiere una estética específica. Se presenta como una liberación de posibilidades infinitas que permiten jugar con las formas y volúmenes.

Este pensamiento se aleja de cualquier concepción preestablecida en la edificación. Al romper ideas ya fijadas, tratando de crear obras que se despeguen de una tradición arquitectónica donde haya planteamientos tan básicos como, la forma siga a la función y otra serie de trazados establecidos durante el siglo XX.

Si bien, el deconstructivismo tiene influencia de la deconstrucción de Jacques Derrida, Peter Eisenman desarrolla la idea de fragmentar un edificio y explorar la asimetría de la geometría, inspirada en el constructivismo ruso, manteniendo la funcionalidad central del espacio.

Imagen 1: Adaptado de Elements of contenporary architecture. Rethinking The Future

Exposición de 1988

El arquitecto siempre ha buscado mantener la forma pura dentro de sus construcciones a partir de la creación de objetos o volúmenes siguiendo ciertas reglas de composición como se ha visto en algunos estilos a lo largo de la historia: la Arquitectura Orgánica, el Art Déco o la Arquitectura Moderna de la Bauhaus. Según Johnson y Wigley (1998), “La arquitectura siempre ha sido una institución cultural central a la que se ha valorado todo por proveer orden y estabilidad. Tales cualidades, se entienden como producto de la pureza geométrica de su composición formal”.

Imagen 2: Adaptado de Cien años de la Bauhaus. Literal Magazine

Es a finales de 1980 en donde surge un cambio dentro de la geometría pura en las obras de arquitectura. Se distorsionan y dislocan los volúmenes y las fachadas; se excluyen algunos principios que habían sido fundamentales en la Arquitectura Moderna como la pureza de la estructura y la fachada como piel que envuelve al edificio de forma perfecta. (Poó, 2017).

Este nuevo pensamiento se caracterizaba por la fragmentación, el proceso de diseño no lineal y la manipulación de las superficies con la estructura. “Es en la exposición de 1988 Deconstructivist Architecture, organizada por Philip Johnson en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde se dio el nombre de deconstructivismo a esta arquitectura” (Bonilla, 1998).

Si bien es cierto, la exposición pretendía explicar la labor de una serie de creadores cuyas obras realizadas y proyectos futuros venían marcando una nueva línea y nuevo sentimiento dentro de la arquitectura. En la muestra, se pudieron a preciar una serie de dibujos, modelos y planos para proyectos de Coop Himmelb, Peter Eisenman, Frank Gehry, Zaha Hadid, Rem Koolhaas, Daniel Libeskind y Bernad Tschumi (Aceña, 2018).

Los trabajos expuestos fueron una acumulación de diferentes componentes que no necesariamente eran deconstructivos, ya que en el deconstructivismo se concentran las fluctuaciones del High Tech o sus tecnicismos exagerados.


Imagen 3: Adaptado de The Peak_Blue Slabs por Zaha Hadid 1982-83. Metalocus

Cuatro aspectos sobre la denominación de arquitectura deconstructivista

Los organizadores de la exposición sostienen que la arquitectura deconstructivista está muy lejos de catalogarse como un estilo o movimiento propiamente dicho, ni siquiera un grupo, un método o una propuesta que apunta a tener gran duración. Sugiriendo que la exposición reúne propuestas arquitectónicas alternativas, siendo la variedad la única diferencia común entre ellas, ya que cada autor tiene su propio modo de hacer arquitectura. De ahí que la arquitectura deconstructivista no constituye una vanguardia, porque no es un “ismo”, por lo tanto, no es un nuevo estilo. (Medina, 2003)


Imagen 4: Adaptado de Cassa danzante-Frank Gehry. Alubuild

Esta idea era compartida por algunos de los arquitectos presentes en la exposición, como, Tschumi, “declaró que el deconstructivismo no era un movimiento que sugiera como respuesta a un contrario, ni tampoco era un estilo arquitectónico tradicional” (Aceña, 2018), “y a diferencia de muchos arquitectos de su generación, no piensa que una ciudad agrupe estilos arquitectónicos, si no que se basa en la colisión, el contraste, o los conflictos”. (Medina, 2003).

Otro de los aspectos que difiere en la dicotomía sobre la definición del deconstructivismo como estilo, es que los siete estudios de arquitectos reunidos en el museo de arte moderno de Nueva York, “no constituyen un grupo”, ya que no se conocían antes del evento ni continuaron con una única línea después de la exposición. Tal como lo menciona Liniers (2018), “Johnson aclara que el grupo de estos siete arquitectos no es el mismo caso que el de los five arquitects, porque estos sí que marcan una escuela”

Si bien, para Johnson solo se trataban de artistas poéticos y originales como autores de una maqueta previamente seleccionada. “Para Wigley, no se tratan de siete arquitectos independientes. Se trata de un peculiar punto de intersección entre arquitectos marcadamente diferentes que se mueven en direcciones diferentes. Claramente, se influencian mutuamente de formas muy complejas, pero no forman un equipo”. (Johnson & Wigley, 1998).

Ante esto, se puede decir que, los deconstructivistas son un grupo dispar con diferentes intenciones, ya que han trabajado individualmente durante años, conectados unos con otros, pero no por iniciativa propia, sino a partir de un puñado de críticos y gracias a la sanción institucional del museo de arte moderno de Nueva York.

Imagen 5: Adaptado de Arquitectura deconstructivista. DeeZeen

Siguiendo con los aspectos sobre la denominación del deconstructivismo como estilo, es que los organizadores de la exposición sostienen que “no es un método”, ya que no tiene “cinco puntos” a cumplir y, por lo tanto, no hay una manera de hacer arquitectura. “Según Johnson, la arquitectura deconstructivista no tiene reglas de obligado cumplimiento; mientras Wigley destaca que los proyectos mostrados no servirán para autorizar una manera de hacer arquitectura, además, no son una aplicación de teoría deconstructivista”. (Johnson & Wigley, 1998)

No es un método, precisamente porque cada uno de los arquitectos de la exposición tienen su propia trayectoria y metodología a la hora de obtener las formas. De acuerdo con Borges de Meneses (2013), “para Jacques Derrida, la deconstrucción no se presenta como un método, sino como una secuencia ordenada, que tiene reglas. Es decir, será la idea de un concepto reducible al método, la que deberá ser deconstruida.”. Por lo tanto, la deconstrucción no es un método y no puede ser transformada en método, solo se podrá generar un tipo de arte conceptual.

La deconstrucción no puede ser calificada como una interpretación, ya que, “al no ser un método, acoge esa suerte de libertad interpretativa, que caracteriza al pensamiento y que se fundamenta en la ausencia de limitaciones metodológicas”. (Borges de Meneses, 2013)

Se puede decir que el deconstructivismo como tal “no es una teoría”, porque si una propuesta arquitectónica no posee un método ni sea un estilo, será lógicamente difícil crear una teoría deconstructivista. “Para Wigley la teoría arquitectónica generalmente rechazó un encuentro con los objetos. En cambio, en estos trabajos, la teoría está presente en el objeto mismo: las proposiciones toman forma de objetos más que de abstracciones verbales”. (Johnson & Wigley, 1998)

Pensamiento deconstructivista – Jacques Derrida

Como se ha explicado anteriormente, la exposición organizada en el museo de arte moderno de Nueva York no suponía la declaración de un nuevo estilo, pero sí el cierre del discurso arquitectónico del siglo XX. Aunque de acuerdo con el nombre de la exposición, deconstructivismo, “Johnson negaba cualquier relación con el concepto filosófico <<deconstrucción>>, conocido principalmente por Jacques Derrida, y lo basaban en un análisis superficial afín con el movimiento constructivista ruso”. (Liniers, 2018)

Imagen 6: Adaptado de Deconstrucción. Andrew Holder

Sin embargo, Mark Wigley sostiene que la arquitectura deconstructivista desafía las cualidades de estabilidad y orden y se deriva de la forma pura y de sus composiciones formales. Y a diferencia de Philip Johnson, “Wigley hace alusión directa a la influencia de la deconstrucción filosófica en la arquitectura y el modo en que la filosofía de Jacques Derrida queda trasladada a la arquitectura”. (Liniers, 2018)

Arquitectos como Peter Eisenman y Libeskind, pretendián transferir el método deconstructivista a partir de la investigación filosófica a la producción teórica y práctica de la arquitectura. Fue Eisenman quien buscó el apoyo filosófico de los ejercicios estéticos en el pensamiento de Jacques Derrida. Sin embargo, “Derrida rechazó ser utilizado como legitimación y ennoblecimiento intelectual por una corriente arquitectónica que esperaba su cercano éxito comercial en los mercados del mundo”. (Krieger, 2004)

Pero el planteamiento de deconstructivismo según la filosofía de Derrida se va perfilando como un desafío para el discurso de lo moderno, no solo en la filosofía si no en otras áreas como la literatura, la teología, la pedagogía, la música y la arquitectura. Lo que conlleva a la arquitectura según Vela (2002), “en un tiempo y lugar, con un espectáculo que incide de forma especial no solo en la noción de espacio sino en la del lugar; donde espacio y tiempo siempre han remitido a un cierto margen o fuera de sitio”.

Esto conlleva a considerar que la arquitectura deconstructivista sólo en el medio visual del dibujo o de la animación computarizada se mantiene móvil; una vez hecha la edificación, termina el proceso deconstructivista y sólo queda una huella cimentada de un proceso complejo. Es decir, “se plantea un límite que, según Kant no pertenece a la obra, y que depende de cómo se configure puede apoyar, ayudar a la belleza pura o por el contrario trastornarla”. (Vela, 2002)

Conclusión

Se concluye que, dentro de la arquitectura, no existe un modo de composición deconstructivista, sino múltiples; como se ha visto, cada arquitecto tiene su propia manera de crear, porque no existen reglas de composición, por lo tanto, tiende a ser una arquitectura irregular sin límites precisos, dinámica ya que intenta ser inestable y anti gravitatoria, y amorfa porque es indeterminada. Además, destacando la filosofía de Jacques Derrida, se busca reinterpretar temas o conceptos, deconstruirlos para reconstruirlos posteriormente.

Referencias:

Liniers Martínez, C. (2018). Decontructivismo: Peter Eisenman, la ciudad de la cultura de Galicia. Recuperado el 4 de Noviembre de 2022, de https://oa.upm.es/51454/

Aceña Ocaña, G. (2018). Arquitectura deconstructivista: el arte de la fragmentación. Facultad de filosofía y letras (UV). Obtenido de https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/33888/TFG_F_2018_221.pdf;jsessionid=7212BC85A3E5419C124C7612A05249AE?sequence=1

Bonilla Martínez, A. (1998). Deconstructivismo: arquitectura sin inhibiciones. Obtenido de https://www.repositoriodigital.ipn.mx/handle/123456789/24424

Borges de Meneses, R. D. (2013). La deconstrucción en Jacques Derrida: Qué es y qué no es como estrategia. Universitas Philosophica, 30(60). Recuperado el 5 de Noviembre de 2022, de https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/vniphilosophica/article/view/10788

Johnson, P., & Wigley, M. (1998). Arquitectura decontructivista. Barcelona: Gusatvo Gilli. Obtenido de https://www.moma.org/calendar/exhibitions/1813

Krieger, P. (2004). La deconstrucción de Jacques Derrida (1930-2004). Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, 26(84), 179-188. Recuperado el 5 de Noviembre de 2022, de https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-12762004000100009

Medina Gomez, V. E. (2003). Forma y composición en la arquitectura deconstructivista. E.T.S. Arquitectura (UPM). doi:https://doi.org/10.20868/UPM.thesis.481

Navarro, L., & Usina, A. (2019). Deconstructivismo. Recuperado el 5 de 11 de 2022, de https://tendenciesdeldissenydeproducte.files.wordpress.com/2013/03/deconstructivismo-lorena-navarro-y-alejandro-usina.pdf

Poó Rubio, A. M. (2017). Deconstrucción de la forma y construcción del espacio en un ambiente digital. México: Universidad Autónoma Metropolitana. Obtenido de https://core.ac.uk/download/pdf/322955407.pdf

Vela Castillo, J. (2002). Derrida en de-construcción. Oppidum: cuadernos de investigación(2), 321-336. Segovia. Obtenido de http://oppidum.es/oppidum-02-pdf/op02.13_vela.pdf

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